La película nos cuenta de forma paralela dos historias distintas.
Por un lado nos muestra la historia de la pareja formada por Natalia
(Ariadna Asturzzi) y Claudio (Leandro Cóccaro), una relación que se vuelve tormentosa al llevar Natalia su amor al extremo
de convertirse en una enfermiza
obsesión. Claudio se siente obligado a cuidar de ella, sin embargo parece empezar
a mostrar signos de agotamiento por esta paranoica dependencia.
Por otro lado nos describe la historia del secuestro de la hija de la rica
empresaria Claudia Villegas. La chica es abordada cuando sale de casa por dos
secuestradores, Loco (Hernán Márquez) un novato criminal bastante violento, y Polaco
(Germán Baudino) voz cantante del dúo, más metódico y tranquilo, que aporta
equilibrio a la pareja. Tras el rapto, trasladan a la chica a un edificio
abandonado donde la retienen a la espera de nuevas ordenes. Tras unos
perturbadores acontecimientos, que culminan con la revelación de no saber en
realidad a quien han secuestrado, se pierde la comunicación con los
secuestradores, por lo que una nueva pareja de matones se ve involucrada en los
hechos al ser enviada por El Jefe a aclarar lo ocurrido. Cuando llegan al lugar
Pibe (Pablo Scorcelli) un joven delincuente con poca práctica y demasiada impulsividad
y Roque (Chucho Fernández) el único secuestrador de gran experiencia, un
personaje de peso que muestra profesionalidad en el ambiente del hampa,
descubren que algo extraño y violento esta ocurriendo cuando la realidad parece
empezar a distorsionarse y los miedos más irracionales comienzan a hacerse
realidad.
La película ha sido escrita (en colaboración con Sergio Salgueiro), montada
y dirigida por Mariano Cattaneo. Un joven director que ya acumula en su carrera
algunos títulos de largos y cortos de diferente factura pero con un denominador
común, el cine fantástico. Cattaneo ha sabido imprimir su particular carácter y
un estilo gótico a sus trabajos que le ha servido para hacerse con un buen número
de seguidores, convirtiéndose en un destacado representante del cine de género
fantástico y de terror independiente en su Argentina natal.
La historia de desenvuelve por dos hilos argumentales diferentes que
intuimos al poco tiempo que están condenados a encontrarse. Uno en el plano
realista de una relación obsesiva de pareja y el otro que aunque inicia su
camino por el thriller, pasa a convertirse al poco tiempo en fantástico, que es
en realidad el propósito de la película.
Partiendo de una interesante propuesta, aunque algo previsible, con un
planteamiento modesto, con muy pocos recursos y mucha creatividad, esfuerzo y
atrevimiento, Cattaneo y su equipo han conseguido realizar un film que podemos
englobar dentro del thriller de terror, con un resultado meritorio e
interesante por encima de muchos films de holgado presupuesto, logrando dotar
de buen ritmo y de algunos buenos elementos de suspense al conjunto.
Tanto el casting como el trabajo actoral es correcto, aunque merece
destacar los trabajos de Asturzzi y sobre todo de Fernández que dota a su
personaje de una gran presencia. La trama y las actuaciones están arropadas por
una buena banda sonora a cargo de Miguel Ricardo Borzi, que incluye algunos
pasajes dignos de mención, incluyendo la canción “An Empty Dream”, un sueño
vacío, escrita a cuatro manos por el propio Borzi y por Cattaneo.
Como no podía ser de otra forma, una cinta fantástica como esta debía estar
apoyada por recursos de efectos y maquillajes con los que conseguir el
resultado impactante esperado, y en esta ocasión, sin llamativos aspavientos,
se ha conseguido implementar estos elementos otorgando mayor verosimilitud a la
historia.
En definitiva, este segundo largo de Cattaneo, aunque no es un trabajo
perfecto, es de agradecer el empeño y el arrojo para sacar adelante un producto
que ha terminado siendo llevadero y entretenido y que aportará nueva
experiencia y mejoras para futuros trabajos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario