Melania
(Rebeca Cano) es una encantadora niña de ocho años, de gran timidez, fruto tal
vez del trastorno del habla que sufre y que la hace tartamudear. Ella vive junto
a su madre Alicia (Alicia Rodríguez), en casa de su abuelo Eduardo (Enrique
Fajardo), un investigador científico que pasa casi todo el tiempo ausente y al
que Melania tiene especial cariño, posiblemente porque ve en él la figura del
padre desaparecido.
Tras
mucho tiempo alejado, Eduardo vuelve a casa después de una larga investigación que
le ha llevado a recorrer el amazonas brasileño. Su regreso, ansiado por
Melania, genera un conflicto entre Eduardo y su hija, ya que la relación no está
pasando por su mejor momento. Alicia recrimina a su padre los largos periodos
de separación y esto saca a relucir el lado más áspero y desagradable de
Eduardo.
Dando
fin de forma tajante a la discusión, el científico se encierra en su despacho,
con la intención de permanecer solo, ya que oculta un tremendo secreto. Eduardo
ha vuelto de la expedición con un importante hallazgo en su maleta, cree estar
en posesión de un retrovirus de origen desconocido que es capaz de curar
cualquier tipo de enfermedad. Piensa que
este descubrimiento le convertirá en la persona mas poderosa del planeta. Sin
embargo, para conseguir su objetivo el investigador ha demostrado no tener
escrúpulos ni limites, lo que ha provocado la desaparición de todo su equipo de
investigadores, quedando él como único beneficiario de tan suculenta
adquisición.
Durante
la noche Melania, se adentrara en la habitación de su abuelo y movida por la
curiosidad, cotillea hasta descubrir el extraño elemento que el veterano
investigador ha traído desde la selva amazónica. Durante la manipulación del
objeto queda expuesta accidentalmente al extraño elemento. En poco tiempo el comportamiento de la niña
cambia drásticamente y parece dirigirse a un transcendental e incierto destino.
Por
otro lado, Mauro (Winslow M. Twaki), un prometedor científico y alumno de
Eduardo, ha conseguido cierta información que ha desvelado las criminales artes
de su mentor y que además es el responsable de la muerte de su propio padre que
fue ayudante de Eduardo antes que él. Mauro con una irrefrenable ansia de
venganza recurre a una asesina a sueldo profesional llamada Zoe (Irene Álvarez),
para efectuar su ajuste de cuentas. Zoe, caprichos del destino, resulta ser hija de otro
de los investigadores del desaparecido equipo de Eduardo, por lo que Mauro no
tiene demasiados problemas para convencerla de acometer la misión de eliminar a
Eduardo. Sin embargo las intenciones de Mauro encubren algo más, no le basta con la muerte
del científico, necesita obtener información de él y lo que es peor, perpetrar otra labor más cruel, el asesinato de la niña, que él ya no considera como tal
y que cree la portadora de un maligno ente que quiere acabar con la raza humana
tal y como la conocemos.
Este
mediometraje tiene su raíz de la webserie “Extinción” de las que se han
presentado tres entregas hasta la fecha. La cinta es presentada como la precuela a dichos capítulos,
por lo que no es necesario haberlos visto para disfrutar de la trama.
Ha
sido escrita, dirigida y montada por el creador tinerfeño Oscar Martínez, autor
también de la primera entrega y se presenta como un homenaje al cine fantástico
y de terror de serie B de los 70 y 80 y más especialmente al cineasta de culto
John Carpenter. Introduce guiños al
mismo como el grafismo del título inicial al fiel estilo de “The Thing” (de la
que incluye alguna secuencia en la televisión que mira la niña), incorporando al
personaje de Michael Myers de “Halloween”, o el parecido del personaje de la
niña con aquellos otros del “El Pueblo de los Malditos” o el de la asesina a
sueldo con el de “Snake de “Escape from L.A.” También se distingue ese homenaje
en la propia forma de narrar la historia, sus planos, montaje e incluso música.
Un
buen trabajo de los actores ha aportado credibilidad a los personajes
dotándolos de cierta profundidad que resulta patente en el caso de la madre que
interpreta Alicia Rodríguez o en la prometedora capacidad interpretativa de la
jovencísima Rebeca Cano, sin desmerecer al resto del reparto.
La
música acompaña de manera acertada a la trama con un estilo por momentos muy
parecido al creado por Carpenter para sus obras. En esta sección me gustaría
además destacar la estupenda versión de “You Know I´m Not Good” realizada por
Rebeca Pérez para la banda sonora.
Otro
aspecto destacable han sido los efectos digitales creados por el artista
autodidacta Hugo Alemán, que incorpora tanto elementos visibles, como otros
inapreciables por el público al estar completamente integrados y al servicio
del desarrollo de la historia, pero que son imprescindibles para la
credibilidad de la historia. Alemán consigue su propósito con un alto nivel de
calidad.
Siendo
este un festival de acción, no podía olvidar una escena destacada en este
aspecto, que representa la lucha entre Zoe
y dos vigilantes del aeropuerto. El combate ha sido realizado por los
especialistas Francis Lorenzo, Josua Toledo y la actriz Irene Álvarez, siendo
coreografiado por el propio Lorenzo. Los movimientos que nos ofrecen en esta
composición nos permite apreciar el buen nivel técnico y las habilidades
acrobáticas de esta pareja, que incorpora algunos complejos elementos de caída.
En
conclusión, me ha sorprendido gratamente comprobar como un trabajo realizado en
régimen de colaboración, sin apenas presupuesto, ha conseguido aglutinar a un
buen número de ilusionados amantes del cine para llevar a buen puerto este
proyecto. Fruto de la gran implicación y el entusiasmo de los componentes del
equipo que destila la película, a dando como resultado un interesante y
entretenido producto, con una factura notable.
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