La
quinta cinta elegida ha sido “Los Inocentes”
La
película inicia su recorrido el día de los inocentes en el albergue “12
Colinas”, mostrándonos la macabra broma sufrida por el frágil adolescente
Miguel (Samuel Rubin), por parte de un grupo de sus compañeros estudiantes, que
desembocará en unos resultados fatales.
Unos
años mas tarde, un grupo de nueve amigos vuelven por carretera de un frustrado
viaje en el que pretendían esquiar. Disfrutando de un ambiente festivo lleno de
bromas y risas en el interior de la furgoneta, no se percatan que durante su
recorrido nocturno a través del bosque se han alejado de la ruta y terminan perdidos.
Lejos de preocuparse, les entusiasma la idea de pasar la noche en un albergue
abandonado que han encontrado casualmente. Fruto de la sensación de libertad
que aporta la mezcla de juventud y alcohol, no advierten que el lugar elegido
para prolongar la fiesta está lejos de ser un sitio seguro y no tardarán en
sufrir una serie de crueles “bromas” de sangrientos resultados.
Este
proyecto se realiza como práctica de dirección de 4º curso de la Escola
Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC). La guión ha sido
escrito por un extenso equipo de 16 personas. Asumen la labor de dirección 12
jóvenes noveles, tomando cada uno ellos una parte de la historia. Pese a la
complejidad de un proyecto tan coral con visiones tan diferentes, han sabido
integrar las piezas con eficacia dando como resultado un conjunto compacto y
uniforme. Solo chirría un poco la incorporación de planos subjetivos en cierto
momento de la historia que resultan demasiado forzados.
Se
trata de una película perfectamente acotada dentro del género de terror
adolescente o Slasher, como les da por llamarlo ahora. Este tipo de cine tuvo
su momento de apogeo en los años 70 y 80 con emblemáticos títulos como Viernes
13, Halloween, La Matanza de Texas o Pesadilla en Elm Street y una interminable
cantidad de secuelas, que intentaban continuar el éxito de las originales. El
nexo de unión es siempre el psicópata asesino, normalmente sin rostro, que
elimina adolescentes en venganza por una anterior tragedia sufrida y todo ello
aderezado con una destacada combinación de sexo y violencia. Un cóctel sencillo,
con una trama muy simple, que permite su realización con presupuestos muy bajos. Un producto rápido de
hacer y consumir, que solía dar con facilidad un apresurado rendimiento
económico a los productores.
Los
personajes están fuertemente estereotipados (como no podía ser de otra manera)
y la historia es de una gran previsibilidad, algo normal, ya que el mayor
aliciente de esta clase de cintas suele ser adivinar quien y como será el siguiente
en caer a manos del psicópata asesino, además las escenas de sexo que suelen
preceder al asesinato. No se trata de hacernos pensar, si no de pasar un rato
divertido viéndola.
El
esquema de personajes respeta los roles comunes como en cualquier otra cinta de
este género, por lo que tenemos a la pareja de jóvenes enamorados tímidos e
inteligentes pero que no se han confesado su mutuo amor, Eva (Charlotte Vega) y
Alex (Mario Marzo). La pareja ardiente deseosa de encontrar un rincón donde dar
rienda suelta a su desenfreno sexual, Jordi (Aleix Melé) y Sandra (Diana
Gómez). La amiga celosa de los éxitos con los chicos de su compañera, Lara
(Bárbara Mestanza). El amigo pesado que va de graciosillo, Chino (Enric
Auquer). El íntimo amigo del protagonista inofensivo y algo friky, Freddy (Joan
Amargós), y el personaje rebelde y ligón, Cristian (Alex Batllori). Salvando
pequeños detalles, como el aturullamiento de algún dialogo que resulta poco
comprensible, se aprecia como todos ellos se sienten a gusto dentro de sus
personajes y prueba de ello es su convincente actuación que en ocasiones
sorprende por su naturalidad. Un soplo de aire fresco de actores jóvenes con
muchas ganas e ilusión, como se desprende de su actuación y que proyectan un
buen potencial. Caras nuevas que es de agradecer poder descubrir, en un
panorama nacional demasiado copado de niñ@s guap@s sin cerebro y otros con
mucho apellido y poco talento. A destacar la credibilidad implementada a su personaje por Charlotte Vega.
Igualmente
queda patente la inclinación y el aprecio de los creadores por este genero, del
que han utilizado buena parte de sus esquemas básicos y al que han aplicado un
buen conocimiento.
Respecto
a la acción, me ha resultado muy grato el nivel conseguido, atreviéndose incluso con un espectacular “bonzo” que
entraña una gran dificultad.
Partiendo
de que el género en sí mismo, no aporta gran cosa y sus pretensiones son
sencillas, nos encontramos con una película rápida, fresca y práctica, yendo
directos al grano, sin alejarse de los esquemas de esta clase de cine y
afortunadamente sin caer en el error de alargar artificialmente el metraje para
llegar a los 90 minutos habituales. Salvando algún fallo de raccord, el montaje
es ágil y acertado, los efectos visuales están en un buen nivel, el maquillaje
es correcto y efectivo, las interpretaciones son convincentes y este conjunto es acompañado
de una eficaz banda sonora. Todo ello nos da como resultado una película
entretenida y divertida, fiel al género, con alguna secuencia tan original y
memorable como la masturbación cerebral
con orgasmo gore incluido, a cuyo responsable felicito por la gamberra
ocurrencia.
Es
muy loable y gratificante que con unos escasos medios económicos pero con
sobrados medios humanos y artísticos se consigan estos resultados.
No tiene mala pinta y la prota, Charlotte, está ahora en varios proyectos impotantes de cine y televisión.
ResponderEliminarMuchas gracias por la crítica! :)
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